Si la cara es el espejo del alma, el
cuerpo entero, no digamos… Aquellos que en nuestro país se dejaron llevar por
el odio y la violencia, … Gollum, Gollum… como el personaje tolkiano acabaron
transformando su aspecto con un look repugnante.
Esto les distingue, y lo llevan con
una entereza digna de mejor causa. Desde los “cortes” de pelo hasta todos los
complementos, foulards, palestinos, makutos, botas, sudaderas, mallas (no de
superhéroes)... todo parece destinado a ocultar cualquier belleza de que pudiera
haberles dotado la naturaleza.
La ausencia de sentido del ridículo y
de la estética les ha permitido incluso ponerse txapelas negras encima de
capuchas blancas para sus más ceremoniales ruedas de prensa.
Yo tengo la secreta esperanza de que,
además de dejar de usar la violencia, emitan un día un comunicado en el que
anuncien que van a acabar vistiéndose de forma que les favorezca.
El camino no será facil, estoy seguro.
Pero espero que algún día los Supervillanos Antiestéticos desaparezcan. Para
muestra un botón. La foto de la toma de posesión del nuevo “responsable” de
Medio Ambiente en la Diputación de Gipuzkoa. ¿El antes y el después?
Nombramiento de Iñaki Errazkin (foto Deia). ¡Ay mi toritoooo, mi torito bravooooo! |
Algunos de los superborrokas mantienen en
la ceremonia tradicionales atuendos. Chaquetilla vaquera y zapatillas
deportivas al fondo, como diría Pedro Navajas “por si hay problemas para ir
volao”. Y el “homenajeado” luce una lamentable camisa curra, remangada y sin
meter en el pantalón y, como especial complemento, dos espectaculares manchas
de sudor en las axilas, que serían la envidia del antiguo entrenador de la
españolísima selección de futbol señor Camacho. Junto a esta piltrafa, dándole
la mano y hecho un pincel, el actual diputado general, con corbata y traje a
medida.
¿Que quieren decir el atuendo, la
compostura y la actitud del “homenajeado” de la foto, mal vestido, desaseado y
desaliñado? ¡Que no hay respeto! No hay respeto a la institución, la Diputación
de Gipuzkoa, ni a los gipuzkoanos, para los cuales debería empezar a trabajar.
Va “sobraíto”, como la mayoría de los de la “tribu”. Eso sí, si un día, por
designación, le toca ir a presentar sus respetos al rey español, se pondrá
traje y corbata, como hizo Jon Idigoras. Al pueblo no, pero estos
“revolucionarios” a los poderosos sí les respetan.
El Increíble Capitán Euzkadi
Salud y República vasca